Por ocupar una posición estratégica a orillas del Ebro y ser un lugar de paso desde la Meseta Norte y la franja Cantábrica hasta el Mediterráneo, Castejón ha sido históricamente encrucijada de pueblos y culturas. Iberos y celtas, romanos y vascones, musulmanes y cristianos, navarros, aragoneses y castellanos, han dejado aquí su huella y configurado el carácter abierto y multicultural que sigue caracterizando a este territorio.
Este museo recoge el pasado de Castejón a través de objetos materiales que pertenecieron a sus diferentes pobladores, los cuales fueron especialmente numerosos en la Edad del Hierro (I milenio a.c.) y en la Era del ferrocarril (finales del Siglo XIX y primera mitad del Siglo XX).
El poblado celtíbero del Cerro de El Castillo y la necrópolis vinculada a él, así como el asentamiento romano del Montecillo, se corresponden con dos momentos claves de Castejón, que se mantiene como núcleo habitado y plaza fuerte hasta finales de la Edad Media, convirtiéndose después en un lugar despoblado.
La aparición del ferrocarril y la elección de Castejón como estación de enlace en 1859 genera un fuerte crecimiento demográfico y urbanístico de la localidad, con la llegada de gentes de toda España, que transformaron la economía agropecuaria de la zona en un activo núcleo ferroviario y comercial. Este hecho provocó que, en 1927, el Consejo de Castejón se segregara del municipio de Corella, al que pertenecía, constituyéndose el municipio independiente.
El presente de Castejón, una población próspera y en expansión está orientada hacia el sector energético, es el resultado de un largo camino que hemos querido recordar y difundir a través de este museo.
El museo organiza diferentes actividades durante todo el año:
Niños: Talleres de plastilina, cerámica, redacción, pintura, visitas teatralizadas, cuentacuentos, paseos en minitren…
Adultos: Conferencias, jornadas, exposiciones, concursos (fotografía, pintura, maquetas…)